martes, 26 de febrero de 2013

18.

 1-Anhelos
 2- Caídas
 3- Decisiones
 4- Derrotas
 5- Deseos
 6-Direcciones
 7-Ironías
 8- Luchas
 9- Metas
10- Pasos
11- Preocupaciones
12- Promesas
13- Propósitos
14- Propuestas
15- Retos
16- Satisfacciones
17- Sueños
18- Verdades
     [...]


Comienza otro año de vida, de anhelos (materiales y espirituales), caídas (con golpes o sólo un raspón), decisiones (buenas, malas y sin explicación), derrotas (fracasos, hundimientos, depresiones), deseos (profesionales, personales, carnales, espirituales, familiares), direcciones (equivocadas, asertivas, sin rumbo),  ironías (graciosas, estúpidas, molestas), luchas (constantes, arduas, imposibles, agotadoras, incesantes), metas (a corto, mediano, largo e indeciso plazo), pasos (firmes, desviados, indecisos,temblorosos), preocupaciones (momentáneas, severas, sin justificación), promesas (vacías, llenas, rotas, firmes), propósitos (débiles, intensos, para desechar, para cumplir), propuestas (de trabajo, de estudio, indecorosas, mentales, creativas), retos (fáciles, difíciles, que requieren esfuerzo), satisfacciones (propias, externas, corporales), sueños (por cumplir, rotos, en fabricación), verdades (que duelen, que alivian, que matan).
Comienza otro año, otra etapa, otro ciclo; 365 días para disfrutar o para penar, 365 días para agradecer por lo que se tiene y luchar por lo que se quiere tener, para olvidar lo que se tuvo y ya no está, para recordar lo que se fue a destiempo.
Comienza otro año de vida, y todo lo que eso conlleva, sean cosas buenas o cosas malas; lo único que debes tener en cuenta es que me alegra ser parte de él.

Feliz cumpleaños número 18, D. Alejandro Dávila A.
Te amo.



domingo, 17 de febrero de 2013




Quiero compartir contigo un silencio que no sea incómodo, una distancia razonable, estirar la mano para sentirte cerca. Quiero compartir contigo mi té, mi pan, el vaso donde tomo agua.
Quiero compartir contigo un abrazo que diga “te extrañé”, una luna llena, una noche estrellada. Quiero compartir contigo los versos que no escribo, las palabras que están en mi garganta y sólo son para ti. Quiero mirar el mundo desde tu hombro derecho, respirar por tu boca, aferrarme a ti. Quiero conjugar contigo verbos que suenan mejor con el pronombre “nosotros”.
Sentir el universo latir cada vez que respires, mirar el sol en tus ojos sin miedo a quedar ciega. 

Quiero dormir con la seguridad que al despertar estarás ahí, soñando con cosas que no imagino, deseando que sueñes conmigo y me extrañes.”


De noches y melancolías… 

viernes, 1 de febrero de 2013

Gracias.

Tengo palabras atoradas en la garganta, en el pecho, en las uñas que te desgarraron la espalda la noche anterior.
Tengo un beso atorado en el nudo de mi lengua, en el expansor de mis brackets, en la profundidad de mis ojos.
Tengo un suspiro atorado en el mediastino, en la punta de mis labios, en lo obscuro de mi alma.
Tengo un gemido atorado entre las piernas, en lo erizado de mi columna vertebral, en lo viscoso de mi saliva.
Tengo un "te amo" atorado en el cuello, en la suavidad de mis senos, en el fondo de mi ser.
Tengo un susurro en tu oreja, una mordida en tus clavículas y una caricia obscena tras desabrocharte el pantalón.


Tengo una fuente de vida, para que bebas cuando tengas sed.
Tengo un pozo pequeño, para que lo llenes con lo  blanco de tu néctar. 
Tengo dos pequeñas montañas con dirección al horizonte, para que escales con  los dedos.
Tengo dos caminos con dirección a  la sensualidad, para los recorras con tu lengua.
Tengo labios de fruta; con sabor a fresa cuando necesites dulce, y manzana cuando quieras pecar.

Tengo respuestas para calmar tus preguntas y caricias para confundirte aún más.
Tengo abrazos para protegerte de tus miedos y besos para apagar tu dolor. 
Tengo silencios para romper en llanto y sonrisas para borrar las incomodidades.
Tengo llaves para abrir puertas y ventanas para olvidar el encierro.


Tengo que darte las gracias.

Porque sin ti yo no tendría nada, no habría mucho qué ofrecer, 
no habría mucho qué entregar, no habría mucho por compartir.
Porque sin ti me quedaría sin verbos y los adjetivos se me harían  poco para lo que tengo que decir.

Tengo que darte las gracias.

Porque cada día descubro algo nuevo, diferente y maravilloso: un sabor, un color, un aroma, una posición, un sentimiento, un sentido, una palabra, un silencio, un vacío, un arma, un dolor, una estrella, un verso, un lunar, un orgasmo, una lágrima, una sonrisa, un sueño...

Tengo que darte las gracias
... por enseñarme a vivir. 

Te amo.


Te amo,
te amo de una manera inexplicable,
de una forma inconfesable,
de un modo contradictorio.
Te amo
con mis estados de ánimo que son muchos,
y cambian de humor continuamente.
por lo que ya sabes,
el tiempo, la vida, la muerte.
Te amo...
con el mundo que no entiendo,
con la gente que no comprende,
con la ambivalencia de mi alma,
con la incoherencia de mis actos,
con la fatalidad del destino,
con la conspiración del deseo,
con la ambigüedad de los hechos.
Aún cuando te digo que no te amo, te amo,
hasta cuando te engaño, no te engaño,
en el fondo, llevo a cabo un plan,
para amarte mejor.
Te amo...
sin reflexionar, inconscientemente,
irresponsablemente, espontáneamente,
involuntariamente, por instinto,
por impulso, irracionalmente.
En efecto no tengo argumentos lógicos,
ni siquiera improvisados
para fundamentar este amor que siento por ti, 

que surgió misteriosamente de la nada,
que no ha resuelto mágicamente nada,
y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada
ha mejorado lo peor de mí.
Te amo,
te amo con un cuerpo que no piensa,
con un corazón que no razona,
con una cabeza que no coordina.

Te amo
incomprensiblemente,
sin preguntarme por qué te amo,
sin importarme por qué te amo,
sin cuestionarme por qué te amo.

Te amo
sencillamente porque te amo,
yo mismo no sé por qué te amo.

-P. Neruda.