No digas nada, no hables, no respires, no te muevas, tan solo siénteme.
Percibe la textura de mi piel al rozarse con la tuya.
Las yemas de mis dedos al acariciar tu rostro, tus labios, al dibujar tu sonrisa, tus ojos, tu nariz.
Escucha el murmullo del viento, agitando levemente nuestro cabello.
Nuestra ligera y casi imperceptible respiración, el palpitar rítmico de nuestros corazones, la sinfonía fúnebre que armoniza el entorno.
¡Calla! si no entiendes el porqué, ¡Calla! si no te explicas el cómo, ¡Calla! si no tienes una buena explicación que dar ¡Calla! y abrázame fuertemente, fundeme en tu pecho y no me sueltes nunca.
¡Calla! y besame sin piedad. ¡Calla! y disfruta este momento, este instante donde no exista nada mas que nosotros, aunque solo sea por un instante...