domingo, 31 de diciembre de 2017

Es él, ¿no?


Es él, ¿no?
Quien olvida darte los buenos días y se mantiene “en línea” mientras tú desesperas. Pero de vez en cuando te manda un mensaje cursi que te pinta una sonrisa la semana entera.
Quien no te da la mano al bajar del auto ni te ofrece su suéter mientras huyen de la lluvia. Pero te dice que te abrigues cuando sabe que hará frío y te pongas el cinturón cuando viajan juntos.
Quien sube primero a su camión y te deja sola en la parada del bus o te deja en el restaurante porque su mamá pasará a recogerle. Pero te abre la puerta del coche y carga siempre con tu bolsa.
Quien no notó que usas un nuevo perfume y sólo hizo mención de que tu ropa interior va a juego. Pero recorre cada una de tus curvas y las vuelve perfección. Te hace sentir bonita con su mirada lasciva y sus mensajes “llenos de amor”. 
Quien se durmió antes que tú y no se dio cuenta que lo único que querías era contarle que te sentías fatal. Pero te arropa por las noches cuando se te cae la cobija. 
Quien charla con mujeres más divertidas y observa sus fotos en Instagram, pero nunca admitirá que alguien es mejor que tú y jura que sólo a ti te ve de esa manera.

Es él, ¿no?
Con quien sueñas organizar una fiesta, escoger muebles y preparar las cenas todas las noches antes de ir a dormir.
Con quien no podrás salir a ciertos lugares ya que no le gusta bailar, ni comer en algunos restaurantes porque odia esos condimentos y no hablemos de cine porque jamás estará dispuesto a ver una película absurda y mala.
Con quien te diviertes la tarde entera cuando salen y quien te hace sentir sola porque después ya no hay nada qué platicar.
Con quien te sientes protegida mientras te abraza pero te hace a un lado si recibe una notificación.
Con quien tienes sexo desenfrenado pero cuando te da la mano no sientes su amor.

Es él, ¿no?
Es él quien quieres que te bese la frente y se acueste contigo en el suelo a ver las estrellas tintinear, quien te invite a caminar por el parque en un día nublado o llegue a tu casa con una carta que escribió de camino ahí. Que te acompañe a rezar aunque sean ateos y celebren las fiestas aunque seas testigo de Jehová. Que te dé fuerza, valor, esperanza, fe. Confianza. Amor.
Quien quisieras que despierte en este instante, quite la computadora de tus piernas y te limpie las lágrimas con sus manos. 
Quien esperas que te levante 
¿Es él, no? ¿o eres tú queriendo que sea él?


sábado, 30 de diciembre de 2017

Vamos a brindar un poquito.

"Con vivos, muertos, brindando juntos por un año más; un año menos que dolerse de esta herida y de esta luz."

Vamos a brindar un poquito por aquellas promesas que no cumplí, por los propósitos que olvidé, por las reglas que rompí y las veces que me lastimé. Por los besos que no di y las disculpas que no acepté. Por el castillo en la arena que no construí y las plantas que descuidé. Por el vuelo que no cogí y los brazos en que anidé. Por aquel comentario con el que te herí y las manos con las que te sané. Por aquellos amores que no conocí y todo el tiempo que te dediqué. Por aquella vez en que te mordí y esas en que desde mi mente te ahogué. Por las noches en que morí y aquellas en que te soñé. Por las heridas que tanto lamí  y las cartas que nunca redacté. Por las puertas que salí y las calles que no exploraré. Por las amistades que confundí y los compañeros que humillé. Por aquellas veces en que te aborrecí y todo el tiempo que te amaré.

"Con vivos, muertos, brindando juntos por un año más; un año menos que dolerse de esta herida y de esta luz."

Vamos a brindar un poquito, por lo que se fue, lo que no salió como esperaba y lo que no llegó; por lo que pasó, lo que me venció y quien me levantó. Por los problemas, los golpes, los fracasos, los errores, las molestias, los gritos, el dolor, las lágrimas, el estrés, la preocupación, las náuseas, los escalofríos, el miedo, los corazones rotos, el café frío, los días nublados, el insomnio, el orgullo, el coraje, las maldiciones, el odio, el rencor.

Vamos a brindar por los que siguen aquí, por el ahora, por el mañana, por la calma tras la tormenta, por la luz al final del túnel, por el orgasmo tras el clímax, por tus dedos entrelazados a los míos, por la niña que se aferra a su mantita, por la muerte anunciada, por la resignación tras una partida, por las plegarias elevadas al cielo, por las recuperaciones espontáneas, por los encuentros inesperados, las comidas improvisadas y las charlas sin límite de tiempo. Por las pruebas superadas, los exámenes acreditados y ese hormigueo en el estómago que queda tras reír a carcajadas. 


"Con vivos, muertos, brindando juntos por un año más; un año menos que dolerse de esta herida y de esta luz."