Lo último que recordaba es que estaban frías y me entregaban un montón de libros para así por fin decirme adiós; que se movían ansiosas, dando vueltas en sí mismas, la última vez que discutimos; que llevabas las uñas largas porque ya no te había molestado diciendo que te las cortaras, y que cada vez se iría haciendo más larga la distancia entre éstas y mi corazón.
¿Tienes algún lunar nuevo? ¿Cuándo fue la última vez que tocaron algo suave?
¿Qué historias escribieron? ¿A cuántos enemigos mataron en un videojuego?
¿Cuál fue la última emoción que las hizo temblar? ¿Era miedo? ¿Eran nervios? ¿O no podías dejar de llorar?
¿Cuántas frutas te ayudaron a pelar? ¿Qué estabas cocinando la última vez se quemaron?
¿Qué sensaciones nuevas describieron y en qué parte de tu cuerpo te gusta ponerlas a descansar?
¿Cuántas veces han pedido disculpas? ¿A cuántas personas le han agradecido?
¿Cómo se siente el viento cuando las roza? ¿A qué huelen cuando vas al mar?
¿Cuántas personas señalaron injustamente? ¿Dónde las escondiste después de robar?
¿A qué se siguen aferrado? ¿Qué es lo que no han podido soltar?
¿Cómo las limpias después de una pandemia? ¿De qué color prefieren pintar?
¿Cuál es el rostro que llevan grabado? ¿Qué mensaje se arrepintieron de borrar?
¿Han tocado alguna nube? ¿Qué poema les hubiera gustado inventar?
Y es que me gustaría saber tantas cosas de ellas.
¿Extrañaban mi cabello? ¿O mi cuello? ¿O mi cintura?
¿Recordaban a las mías? ¿O el latir de mi pecho? ¿O sentir cuando las presionaba contra mis labios?
¿Alguna vez quisieron regresar? ¿Y la temperatura de mi cuerpo, aún la podrán calcular?
¿Aún son buenas para apretarme y recordarme que aquí estás? ¿O estarían dispuestas a limpiarme las lágrimas otra vez?
¿Crees que quieran repasarme los lunares del pecho? ¿O dibujarme florecitas en la espalda?
¿Podrían sostener un libro mientras me lees antes de quedarme dormida? ¿O quizás traten de sostenerme cuando ya no pueda más?
Cuéntame de tus manos, porque hace mucho no las veía. Cuéntame qué han hecho durante todos estos años, porque las mías no te dejaron de extrañar.
¿Qué historias escribieron? ¿A cuántos enemigos mataron en un videojuego?
¿Cuál fue la última emoción que las hizo temblar? ¿Era miedo? ¿Eran nervios? ¿O no podías dejar de llorar?
¿Cuántas frutas te ayudaron a pelar? ¿Qué estabas cocinando la última vez se quemaron?
¿Qué sensaciones nuevas describieron y en qué parte de tu cuerpo te gusta ponerlas a descansar?
¿Cuántas veces han pedido disculpas? ¿A cuántas personas le han agradecido?
¿Cómo se siente el viento cuando las roza? ¿A qué huelen cuando vas al mar?
¿Cuántas personas señalaron injustamente? ¿Dónde las escondiste después de robar?
¿A qué se siguen aferrado? ¿Qué es lo que no han podido soltar?
¿Cómo las limpias después de una pandemia? ¿De qué color prefieren pintar?
¿Cuál es el rostro que llevan grabado? ¿Qué mensaje se arrepintieron de borrar?
¿Han tocado alguna nube? ¿Qué poema les hubiera gustado inventar?
Y es que me gustaría saber tantas cosas de ellas.
¿Extrañaban mi cabello? ¿O mi cuello? ¿O mi cintura?
¿Recordaban a las mías? ¿O el latir de mi pecho? ¿O sentir cuando las presionaba contra mis labios?
¿Alguna vez quisieron regresar? ¿Y la temperatura de mi cuerpo, aún la podrán calcular?
¿Aún son buenas para apretarme y recordarme que aquí estás? ¿O estarían dispuestas a limpiarme las lágrimas otra vez?
¿Crees que quieran repasarme los lunares del pecho? ¿O dibujarme florecitas en la espalda?
¿Podrían sostener un libro mientras me lees antes de quedarme dormida? ¿O quizás traten de sostenerme cuando ya no pueda más?
Cuéntame de tus manos, porque hace mucho no las veía. Cuéntame qué han hecho durante todos estos años, porque las mías no te dejaron de extrañar.