Ahí estas tú, en todas partes, en todas las cosas, en todos los olores, en todos los sabores.
Ahí estas tú, en el canto del viento.
Tú eres el ruido del trueno, en lo suave de la lluvia.
Tú en lo frágil de una flor,
en lo intenso de un volcán.
Ahí estás tú, en el mar indomable.
Ahí estás tú en cada ola que rompe.
En cada grano de arena ahí estás tú. En la sabiduría de un árbol que se ríe de mi por pretender saber algo de amor.
Todo lo que sé es que siempre estás tú.
Aunque me resista, ahí voy
con la corriente del rió que me lleva a ti.
Y en primavera estas con tu sonrisa, con girasoles en los ojos que solo en ti encuentro.
Y pasa el tiempo y sigues estando tú.
Llega el invierno y derrites la nieve con tu silencio.