Te doy una suite blanca de guipiur y chocolate.
Mis pechos en tus palmas para no caerte.
La grieta de mi entrepierna rosada de sólo piel.
La grieta de mi entrepierna rosada de sólo piel.
Te doy mi pelo noctámbulo.
Una cama donde comerte y una alfombra donde rozarnos.
Una pared aterciopelada para sostener tus embestidas.
Un afuera y un adentro.
Un pañuelo de seda.
Te doy un lucero, mi humedad, mi saliva.
Una luz, una herida, una opción.
Y abandonados a casi morir desordenados y enredados,
sin finalizar la fatiga, no darnos tiempo a respirar, y otra vez..."
sin finalizar la fatiga, no darnos tiempo a respirar, y otra vez..."