sábado, 28 de abril de 2012

Tenemos todas éstas palabras, no podemos desperdiciar en otros.

Dale una razón a este infortunio,
Enséñale un motivo a mi incoherencia,
Regálale una frase acartonada a mis palabras,
Ponles filo a las navajas que cortan estas venas


Márchate, y sin un adiós podré extrañarte
Ódiame, para que pueda con juicio yo dolerme
Olvídame, sin duda alguna puedo recordarte
Mírame, y de tu vista por fin iré perdiéndome


Pero ya no estés, aquí, conmigo,
En silencio, sin prisa, sin voz y sin ausencia
Sin dolor, ni figura, sin razón y sin motivo
Porque así, sin matarme, me mata tu presencia

viernes, 27 de abril de 2012

Me gustaría dejar de vencerme, y levantarme más.

Me gustaría dar un giro de 360 grados sobre mí misma y volver a ser aquella persona que era hace tiempo, volver a sentir pasión por las cosas, por la vida.
Me gustaría apreciar las oportunidades y dejar de acobardarme, empezar a ser un poco más grande porque me siento una muñeca de miniatura.
Me gustaría comerme las veces que te dije déjame, las veces que llegué a creer que no me querías.
Me gustaría que dejase de querer salir el corazón por la garganta cada vez que oyera tu nombre, cada vez que sonara tu voz en mi cabeza.
Me gustaría coger lo mejor de ti y guardármelo en mi corazón pero ya no puedo porque no te dejé que me lo enseñaras y no puedo rectificar.
Me gustaría que la vida no hubiera sido tan injusta, que me hubiera dado tiempo a reaccionar.
Me gustaría no sentirme de piedra y volver a besarte, a cuidar de ti
Perdóname, perdóname por no ser fuerte, por no saber qué hacer ahora.

miércoles, 11 de abril de 2012

Me enamoré en invierno, me enamoré de alguien frío.

Yo no me enamoré en verano.
Me enamoré en invierno, para sentir su calor.
Me enamoré en invierno, para tener una excusa y abrazarle todo el día.
Me enamoré en invierno, para disfrutar a su lado los días grises, como éste.
Me enamoré en invierno, para que me prestara su suéter y su olor se impregnara en mi.
Me enamoré en invierno, para sentir su aliento en mi cuello, y me erizara la piel.
Me enamoré en invierno, para calentarnos el alma con un rico café.
Me enamoré en invierno, para que no notara mi frialdad.
Me enamoré en invierno, para que se diera cuenta de que él me volvía tibia.
Me enamoré en invierno, para que el calor de su mirada encendiera mi cuerpo.
Me enamoré en invierno, para que la piel nos ardiera debajo de las sábanas.

Me enamoré en inverno, para caminar juntos de la mano.
Me enamoré en invierno, para que sonriera al ver mi nariz roja.
Me enamoré en invierno, para que cuando él no estuviera, mis lágrimas se congelaran.
Me enamoré en invierno, para que todo me recordara a él.

Rival.

Soy yo quien te gusta… mi mantra, mi frase zen, mi armadura… lo repito cada momento, en cada instante que se convierte en duelo y esa rival indignante me desafía, ¿que importa que me esfuerce en sonreír cuando esa amiga tan adorable te abraza?,
Soy yo quien te gusta, ¿que de raro tiene que tenga que admitir lo genial que es esa otra?
Soy yo quien te gusta, y si noto tu entusiasmo por otros lugares y otras personas y no puedo evitar morderme los labios… ¿que me preocupa? 
Soy yo quien te gusta..
Y sigo tus pasos sin decírtelo y permanezco vigilante sin admitirlo, es mi condena, reprimir mis desbocadas ganas de robarte, de coartar tu libertad, hacerte mi prisionero, gritarte en silencio cuanto te necesito… es mi agonía la ansiedad que me produce tocarte y por no ahogarte me ahogo a mí misma… es mi tortura que no pueda conformarme, que por mas que me prefieras, necesite dominarte, vencerte, poseerte todo entero.
Mírate. Contemplas mi cara feliz y no imaginas lo que me cuesta detener tras de mí la montaña de mis emociones, lo arduo de mantener el control y la cordura en esta mi locura de amarte.
¿Tendrás idea de que no me amedrentan los demás mortales? 
Mi rival soy yo, yo misma y el pasar de cada día, de cada instante con este secreto atrás de mis ojos: el temor de no poder derrotarle.

Con M de amor.

A veces, el amor se escribe con M de melancolía.
Otras, el amor se escribe con M de miedo.Se narra, con M de mito.
Se ubica con M de mapa.
Te estampa, con M de muro.

Te ensucia, con M de mancha.
Te engaña, con M de mentira.
Se oxida, con M de metal.
Algunas veces te aburre, con M de monotonía
Otras, pierde valor, con M de mediocre.Te lastima, y empieza con M de monstruoso.
Te alivia, con M de morfina. 
Te atrapa, con M de misterio.
Te impacta, con M de majestuoso.
Te relaja, con M de música.Te cautiva, con M de magnificencia.
Se expresa, con M de mirada.
Te pervierte y olvidas la M de moral.