Abigaíl: 17 años, 1.62
mts, 84 kilos (y bajando), cabello color castaño rojizo (teñido de negro) y con
canas (a base de sus corajes excesivos), tez blanca (un poco tostada a causa
del sol que tanto aborrecía), ojos café claro. Toma café cuando se siente sola, piensa que es la manera más
deliciosa de calentarse el alma cuando no hay quién le abrace. Compra libros cuando está triste, porque
le gusta huir de su mundo y vivir en el de alguno de los personajes que se
describen en sus novelas. Escucha poemas de Neruda antes de dormir e imagina
que alguien se los recita quedito al oído para que se duerma. Fuma de vez en cuando (un cigarro por
semana), fuma para sacar todos los suspiros que se le quedaron atorados en el
pecho y no pudo sacar. Escribe, como
ejercicio para el alma, cada día, cada noche sin falta y cuando entra a
internet y teclea “http://palabrasautistas.blogspot.mx” vacía la mente, el
corazón, los ojos y un poquito de la bilis que se le escurre de vez en cuando. Llora, porque se le escurren los
recuerdos, los rencores, las tristezas y una que otra sonrisa. Sonríe, por orgullo, porque no le gusta
la debilidad y mucho menos en ella; porque sabe que es débil pero no quiere que
los demás lo noten. Se equivoca, se
tropieza, se cae, se arrastra, se hunde… Abigaíl es real y no otro
de mis personajes.