viernes, 1 de abril de 2016

En lugar de hablar debería estar aquí, abrazándome.

Si vamos a hablar del capítulo 7 de Rayuela tendré que confesar que entre todos los que lo han leído para mí, sigo prefiriendo su voz grave.

Si vamos a hablar de su voz grave tendré que empezar a contarle sobre lo sensible de mi espalda y lo erizado del vello en mis brazos cuando me susurra quedito al oído.

Si vamos a hablar de mi espalda necesito su lengua húmeda recorriendo cada una de mis vértebras.

Y si hablamos de mis vértebras necesito que me abrace, porque no hay mayor soporte en mi vida que usted.