Hace frío y mis manos congeladas lo sienten.
No estás, y mi alma lo sufre.
Si yo fuera tú en éste día de lluvia estaría abrazándome por la espalda mientras caminamos por el parque y escuchamos a los patos graznar.
Si yo fuera tú en éste día de lluvia estaría tirado en el suelo, diciéndote que te pongas encima de la colcha porque si no te has de enfermar.
Si yo fuera tú en éste día de lluvia estaría desnudándote lentamente al compás del blues que hay en mi celular, besaría cada rincón de mi cuerpo en el que tantas veces te has perdido, exploraría cada valle y montaña, cada lago, cada abismo y habitaría cada lunar de los 73 que hay en mi piel.
Si yo fuera tú en éste día de lluvia estaría tomándo el té conmigo frente a la mesa, sonriendo limpiamente a cada una de mis ocurrencias, viéndome leer, escuchándome maldecir por no poder pasar el nivel de un videojuego, perderme en la inmensidad de mis pensamientos.
Si yo fuera tú en éste día de lluvia estaría conmigo.
Pero tú no eres el "tú" que yo espero y yo no soy la "ella" con la quieres estar.
Porque tú no quieres algo estable y a mí me cuesta guardar el equilibrio. Y es que tú no quieres un futuro conmigo, y yo ya escogí el color de mi lencería para el día de nuestra boda.
Porque para ti no es suficiente tenerme en cuerpo y alma, y a mí no me gusta que habites en otros hogares.
Porque tú, porque yo, porque los horóscopos el karma los cosmos o Dios. Porque sí, porque no. Porque nosotros.