No necesito arrastrarme y suplicar perdón para que te des cuenta que estoy arrepentida.
No necesito llorar y manchar mi rostro de rímel para que te des cuenta que estoy triste.
No necesito gritar y arrancarme la piel para que sepas que te extraño.
No te necesito para que me hagas compañía, ni me hace falta tu presencia para sentirte.
No necesito vestirme de negro para que sepan que mi alma está de luto.
No necesito ver fotografías para recordar lo felices que fuimos.
No te necesito llamando cada noche a mi puerta, ni abrazando mi cuerpo cuando tiembla de frío.
No te necesito, pero me gustaría que estuvieses.