La gente dice:
"Aléjate de lo que te daña" y "Quédate con las personas a las que quieres"
Pero. ¿Qué hacer cuando la persona la que quieres es la que te daña?
El dolor que esto causa no se puede describir con palabras, la especie de masoquismo que se produce es frustrante, ¿qué hacer? ¿seguir aguantando el dolor? ¿o detenerse y sufrir más?
¿Qué tan grande puede ser el poder de un beso, de una caricia, de un susurro ?
Tan grande que te doblega, tan grande que te hace cambiar de parecer en una milésima de segundo, tan grande que te hace contabilizar el tiempo para volver a ver a aquella persona que te produce extrañas sensaciones.
La necesidad que provoca su ausencia...
¿Y si en realidad la persona no es la que te daña si no su ausencia?
En todo caso ¿ habría una solución?
¿De verdad hay solución a todo? o ¿todo tiene solución?
No lo sé, y es tonto que me lo pregunte, pero es lo irónico de mi forma de ser el cuestionarme todo y no querer conocer la verdad.