"La noche, fiel testigo de un juego voraz entre dos almas.
Tus manos encierran mi espalda,
tu vientre rosa mi abdomen, produciendo una sensación agradable mas no placentera
En poco tiempo nuestra necesidad de sentir mas nos lleva al ajetreo en una cama elástica.
El ardor que hay dentro de nuestros cuerpos incrementa,
mi lengua se desliza por tu piel explorando las partes mas recónditas de tu cuerpo, las yemas de los dedos explotan con cada roce...
Y al término de la noche, todo se ilumina y volvemos a empezar".