La piel suave y las pupilas dilatadas.
El corazón agitado y los labios hinchados.
Mi cuerpo húmedo y el tuyo erguido.
¿Qué otra señal se necesita?
Estamos listos.
La mente lo ejecuta, el cuerpo lo indica y el corazón lo grita.
¡Poseeme! Demuestra que soy parte de ti, que lo que dices es verdad.
¡Siénteme! Desde el cabello hasta los huesos, de la forma mas sutil hasta la salvaje, con la mirada, con un beso y hasta con el alma.
¡Enamórame! Tal y como lo haces cada día. Con cada una de tus sonrisas, de tus palabras, de tu respirar.
¡Bésame! Como solo tú sabes hacerlo. Una de las tantas maneras que inventas.
¡Háblame! Deja las palabras a un lado y exprésate con el cuerpo.
¡Ámame! No me lo repitas a cada segundo, demuéstralo.
¿Qué es el amor sin cuerpos...
que acariciar?
que besar?
que ver?
que sentir?
que mojar?
que palpar?
que rasgar?
que desear?
que morder?
que saborear?
que oler? ...
El limite es nuestra imaginación Y los obstáculos son nuestras ropas.
Así que no esperemos, dejemos que la luz se apague y nuestras almas se enciendan.