domingo, 16 de septiembre de 2012

Soledad.


Hago todo lo que puedo, pero escucho voces que tienen prisa por hacer eco en mi alma, urgencia por decirme que es el momento de ponerse en movimiento y dejar de estar viviendo de suposiciones, de recuerdos... escucho voces que me hablan como en sueños, con pausas y arrastrando las palabras, esas voces aconsejan hacer nada, lo que ha de pasar ya pasará y que aquí puedo seguir eternamente, minuto tras minuto, pues por mas que me entregue jamás es suficiente, con las expectativas llenando mis manos puedo continuar esta sarta de apariencias y esperar fervientemente con el rostro pegado a la ventana.

Y de pronto, sacudo la cabeza y me pregunto por qué si estoy rodeada de tantas voces rumiando todo esto, me encuentro en medio del silencio, en el silencio y en esta absurda, patética y elegida soledad.