jueves, 2 de febrero de 2012

Como un presentimiento breve, invertiste el sentido de mi vida. Ya no camino como antes, dudo en las esquinas, retrocedo los pasos. A veces también tiemblo. Te pareces a otros que finalmente son distintos. Primero fueron días, después semanas. Podía pasarme horas en un mismo lugar, hasta que caí en la cuenta de que no podía ser cualquiera. Me he quedado quieta sobre este puente, decidida a quemarte los ojos si apareces. Tarde o temprano pasarás por aquí; se trata de un lugar estratégico. Como un viceversa que no sabe de atajos; ni tú ni yo estaremos libres.