Ángeles caídos de huesos rotos en camillas de hospital…
No necesito la camilla, sólo sal que bañe mis heridas.
No necesito las palabras, sólo silencio.
Camino perdida en la niebla de la ausencia. Ángel , transeúnte dormida en la flora humanidad desértica.
Y los huesos son como traumas que se manifiestan, como las emociones con el frío, con la lenta circulación de la sangre, que ya no es sangre, que ya no es vida, que ya no existe, y ni siquiera lo pude notar.
Caída pero al charco que se convierte en mar. No necesito la camilla.
Lágrimas para fingir que vivo, las caminatas para ver si consigo dormir tranquila.
El hospital para cuando el cuerpo se pudra.