jueves, 23 de febrero de 2012

Me dijo que no tuviera miedo.

Como no temer al frío… si tus brazos no están para darme calor.
Aún cuando sabes que mi alma pende de un delicado hilo, te arriesgas a la conquista e insistes seguir.
Aún como quieres que no tema… no quiero humedecer tu piel de lágrimas… no quiero perderte, perderme en la tormenta sin piedad de la lluvia. 
Cómo no temer al sol... si sus rayos me ciegan y no sé a dónde voy.
Aún cuando sabes que mi cuerpo tiembla ante tu ausencia, te vas.
Aún cuando sé que te necesito, aún cuando sé que sabes que te necesito... no te pido que te quedes.
Cómo no temer a la lluvia... si no estás para limpiar las gotas que resbalan en mi rostro.
Cómo no temer a los truenos... si tu voz no está en mi oído, susurrando palabras dulces.
Tengo miedo, miedo a estar sola. Miedo a seguir. Miedo a no tener con quién seguir. Miedo a perderle sabor a la vida. Miedo a hacer las cosas en vano. Miedo a fracasar. Miedo a triunfar no tener con quién compartir mi triunfo. Miedo a caer. Miedo a levantarme. Miedo a gritar y no ser escuchada. Miedo a que me escuchen. Miedo a llorar. Miedo a no sentir. Miedo a sentir demasiado. Miedo a ver mi reflejo y no reconocerme. Miedo a reconocerme y saber que no soy nada. Miedo a ser todo. Miedo a callar. Miedo al dolor. Miedo a despertar y no tener a quien decirle "Buenos días". Miedo a no tener con quien comer. Miedo a cenar sola. Miedo a todo. Miedo a la nada. Miedo a mi. 
Dijiste que no tuviera miedo, pero no me dijiste cómo no tenerme miedo.