martes, 14 de febrero de 2012

San Valentín.

Hoy me levanté escuchando "Feliz día del amor", encendí el televisor y lo primero que había era un gran "Feliz día de San Valentín".
Anduve por las calles, mis pupilas lastimadas por tanto rojo vivo, mi vista harta de leer tanto "Te amo", "Te quiero mucho"; mi estómago revuelto con tantos chocolates, bombones, caramelos en forma de corazón...; mi nariz irritada frente a tantas rosas multicolores, ramos, canastas...
Las parejas más juntas que nunca, todos besándose, abrazándose o sonriendo.
Mujeres cargando bolsas de regalo, dulces, peluches e infinidad de globos más grandes que ellas mismas.
La miel escurriendo a todo lo que da.


Mi día del amor es ese en el que...
Me levante, escuchando un "Buenos días, linda", apagar mi televisor y sentarme en una mesa a tomar café.
Andar por las calles, mis pupilas brillantes al ver hermosos paisajes llenos de árboles y un cielo gris.
Leer una inmensa y suave espalda, leer unos brazos fuertes, leer un pecho protector, leer unos muslos tensos, leer piel. Que mi vista se harte de ver ojos, miradas, expresiones. Que mi corazón se revuelva después de saborear esos rincones que nadie más ve. Que mi nariz inhale esa dulce fragancia que emana de su ser.
Un acompañante, que camine a mi lado y disfrute conmigo. Que una simple mirada sea más placentero que una penetración.
No quiero regalos, no quiero dulces, no quiero peluche y sobre todo ¡No quiero globos!
Quiero sonrisas, quiero muchos abrazos sutiles, quiero palabras verdaderas, quiero sinceridad, quiero fidelidad, quiero confianza, ¡quiero amor puro!
No quiero que me escurra miel, quiero que brillen los ojos de felicidad.
No quiero un regalo caro, quiero que se cumplan las promesas.
No quiero chocolates, quiero que no haya mentiras.
¡No quiero globos! Quiero suspiros al viento.