Cuéntame del mar en la noche, del viento en tu ventana, de los corceles alados sobre las caracolas que llevas pegadas al pecho. Ábreme a tu mundo. Salgamos a volar un rato.
Déjame sin aliento, sorprendida. Clavada en la punta de la estrella que por mí has nombrado.
Arrebatada entre tus manos dulces.
Cuéntame un cuento, vida mía. Uno de cascabeles en mi pelo, de risas en el pasto e incendios sobre el lago.
Dame un lugar donde refugiarme, en la memoria de este cuento, en donde vivo por siempre, sin que me toque el miedo."